viernes, 10 de agosto de 2012

Noticia


El pasado sábado, 4 de Agosto de 2012 en la mañana, en el auditorio de la Unión Empleados de Comercio, nos visitaron dos intendentes en pleno acto de militancia. Militancia que debería ser imitada por el resto de nuestros mandatarios.

Podría hacer de este escrito una nota más sobre lo necesaria que es la defensa del agua, y lo haré. Pero debo y quiero también dar otra lectura a lo acontecido.

Hablábamos de dos intendentes
Uno, justicialista k, el otro, demócrata; uno riojano, el otro mendocino, uno de Famatina, el otro de San Carlos. Ambos unidos por una causa que es de nuestro interés: la conservación de nuestro entorno, sistemas de producción e industrias; resumiendo… de nuestra vida y de la de quienes vendrán.

Hablaron de saqueo, de injusticia, de aprietes, de prebendas, de asistencialismo, de clientelismos, de chantaje, de intereses cipayos. Hablaron de agua, de su defensa, de los riesgos de no cuidarla.
Ismael Bordagaray es un tipo simple, de discurso llano, se define como kirchenista aunque hoy su convicción lo enfrente a su propio partido en la Nación y en su provincia; aunque ese mismo partido que lo llevó a su mandato, y al que hoy hace frente, lo combata de todas las formas, chicaneándole fondos presupuestarios debidos por la Nación y su provincia y ninguneándolo en muchos casos políticamente en sus funciones como intendente y representante de sus electores. Es que la verdad trae consecuencias.

Bordagaray habla de defensa del agua, de lo nociva que es la mega minería metalífera, pero sobre todo habla de la determinación de los pueblos, habla de la obligación de los funcionarios a oír y hacer oír esa voz y actúa en consecuencia. Habla de respetar el deseo mayoritario de una localidad de no destruir el Famatina porque entienden que ningún oro reparará el daño que su explotación causará. Al frente y al lado de su pueblo milita y promueve esa voz, ese deseo de un futuro pleno y en armonía con nuestro ambiente.

Decía que fueron dos intendentes quienes nos visitaron en nuestro Departamento invitados por la Asamblea por el Agua de San Rafael, La Voz de la Tierra, Nativa ONG y Conciencia Solidaria. El otro era Jorge Difonso; sancarlino de origen, milita desde el inicio de su vida política la defensa del agua y de nuestra forma de vida en contra de la mega minería contaminante. Co autor de la Ley 7722, que prohíbe el uso de contaminantes, ácidos y cianuro en la explotación minera; ley que hoy es el dolor de cabeza de los cipayos entreguistas del gobierno nacional y provincial, ya que ven frenadas las promesas hechas a las multinacionales de un negocio redondo y sin trabas. Ley que hoy es cuestionada como inconstitucional por las mineras y el aparato político nacional y de muchas provincias dirigidas por corruptos y entreguistas que sólo hacen negocio por espurios intereses propios. La Ley 7722 necesita hoy ser defendida por aquellos que la propugnaron, por aquellos a quienes protege: el pueblo. Gente como Bordagaray y como Difonso, son los que renuevan la idea de que aún una democracia es posible, hacen su trabajo y respetan el mandanto popular.

Dicen que en japonés, crisis es sinónimo de oportunidad, quizás a los argentinos nos hace falta tocar fondo para poder patear y salir a flote. Quizás debamos mirar en esta nueva política, que surge de la disidencia constructiva, y con metas claras y loables como la defensa de las cosas que realmente importan, ya sea desde la oposición o desde el seno del mismo oficialismo.

Porqué lo que realmente importa es lo importante. Y nuestro patrimonio cultural y sustentable está ligado a eso. Defendamos el agua, madre de todas nuestras riquezas.
* por José Luis Bonomi

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